El perro es el animal doméstico más antiguo que se conoce. Ninguna otra criatura vive tan cercana a los hombres, ni se ha adaptado de una forma tan óptima a nuestras propias circunstancias vitales. Pero ¿cómo se produjo esta estrecha amistad, cómo llegó el perro al hombre?
Los antepasados de los perros actuales, con toda su diversidad, son los lobos. Las investigaciones de los últimos años sobre el genoma tanto de lobos como de perros han determinado que la domesticación de los lobos comenzó unos 100.000 años atrás, existían distintas especies y subespecies de lobos, y esta domesticación tuvo lugar en distintos lugares de forma simultánea, con lo que las distintas formas de manifestación de los lobos encontraron el camino para generar el genoma de los perros y formar la base para la aparición de las diversas razas. No sabemos con exactitud qué motivó al hombre a domesticar a los lobos. Lo más probable es que este proceso tuviera lugar por el beneficio mutuo: los lobos podían encontrar restos de comida en los alrededores de los asentamientos humanos, y los animales menos tímidos llegaron a acercarse ellos y sus cachorros al hábitat de los hombres. Probablemente los humanos primero utilizaron a los cachorros como alimento, quizás más tarde los utilizaron para cazar, o como centinelas o para luchar contra enemigos. Algunos científicos opinan que el hombre siempre tuvo una predisposición innata para tener consigo animales domésticos.
Existe una gran cantidad de cementerios prehistóricos en los que los hombres ya se enterraban junto a sus perros, lo que sugiere que existían unas estrechas relaciones entre los humanos y los perros, no se sabe con certeza cuál fue el momento en que los lobos y los hombres entraron en contacto, lo cierto es que mantuvieron una intensa conexión, podemos decir que desde los mencionados enterramientos ya no cabría hablar de lobos, sino de perros, cuyo aspecto por supuesto no tendría nada que ver con el que poseen ahora nuestras mascotas actuales ( tamaño, color, forma de las orejas, y otras características):
La domesticación es un proceso lento y prolongado durante cientos o miles de generaciones, de esta forma se irían modificando con mucha lentitud determinadas características, entre las que se incluye el aspecto exterior de los animales salvajes.. Hace unos 100.000 años, por varios motivos antes citados los lobos se acercaron a los hombres prehistóricos, pero también debía existir cierta predisposición innata en los lobos para permanecer durante más tiempo cerca de los hombres y reproducirse.
Existen determinados elementos de comportamiento que han facilitado la domesticación del lobo y son las similitudes que hay en los comportamientos sociales de este animal y el hombre, estas semejanzas son responsables en la actualidad de que el perro siga siendo el animal de compañía preferido por el hombre.
Los antepasados de los perros actuales, con toda su diversidad, son los lobos. Las investigaciones de los últimos años sobre el genoma tanto de lobos como de perros han determinado que la domesticación de los lobos comenzó unos 100.000 años atrás, existían distintas especies y subespecies de lobos, y esta domesticación tuvo lugar en distintos lugares de forma simultánea, con lo que las distintas formas de manifestación de los lobos encontraron el camino para generar el genoma de los perros y formar la base para la aparición de las diversas razas. No sabemos con exactitud qué motivó al hombre a domesticar a los lobos. Lo más probable es que este proceso tuviera lugar por el beneficio mutuo: los lobos podían encontrar restos de comida en los alrededores de los asentamientos humanos, y los animales menos tímidos llegaron a acercarse ellos y sus cachorros al hábitat de los hombres. Probablemente los humanos primero utilizaron a los cachorros como alimento, quizás más tarde los utilizaron para cazar, o como centinelas o para luchar contra enemigos. Algunos científicos opinan que el hombre siempre tuvo una predisposición innata para tener consigo animales domésticos.
Existe una gran cantidad de cementerios prehistóricos en los que los hombres ya se enterraban junto a sus perros, lo que sugiere que existían unas estrechas relaciones entre los humanos y los perros, no se sabe con certeza cuál fue el momento en que los lobos y los hombres entraron en contacto, lo cierto es que mantuvieron una intensa conexión, podemos decir que desde los mencionados enterramientos ya no cabría hablar de lobos, sino de perros, cuyo aspecto por supuesto no tendría nada que ver con el que poseen ahora nuestras mascotas actuales ( tamaño, color, forma de las orejas, y otras características):
La domesticación es un proceso lento y prolongado durante cientos o miles de generaciones, de esta forma se irían modificando con mucha lentitud determinadas características, entre las que se incluye el aspecto exterior de los animales salvajes.. Hace unos 100.000 años, por varios motivos antes citados los lobos se acercaron a los hombres prehistóricos, pero también debía existir cierta predisposición innata en los lobos para permanecer durante más tiempo cerca de los hombres y reproducirse.
Existen determinados elementos de comportamiento que han facilitado la domesticación del lobo y son las similitudes que hay en los comportamientos sociales de este animal y el hombre, estas semejanzas son responsables en la actualidad de que el perro siga siendo el animal de compañía preferido por el hombre.
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