El hombre comenzó a dedicarse hace unos 15000 años a aparear a los perros de forma selectiva y orientado a ciertos objetivos. En primer lugar el aprovechamiento de las características útiles de los animales: los perros ayudaban a cazar, podían transportar cargas, protegían rebaños y a los asentamientos humanos.
La cría de perros en el marco actual, con estándares fenotípicos ( aspecto externo) muy definidos, aprovechamiento de sus diversas finalidades de uso, pruebas de homologación de la cría, etc., son circunstancias que existen desde hace un máximo de 150 años.
En la actualidad, en todo el mundo se diferencian unas 400 razas distintas de perros, casi 350 de ellas están integradas en la FCI ( Federation Cynologique Internationales, Federación Canina Internacional). La asociación alemana es la Verband für das Deutsche Hundewesen (VDH) y la española es la Real Sociedad Canina de España ( RSCE ). Para cada raza introducida existe un estándar FCI que describe con mayor o menor precisión el fenotipo y/o las determinadas características de comportamiento de estos perros.
Hoy en día no existe posibilidad de determinar con exactitud la pertenencia a una raza sin más ayuda que la del marcador genético del perro. El genoma canino está descifrado al completo, pero un resumen de ciertos sectores de los genes aislados y la adjudicación de determinadas funciones es algo que solo ha tenido éxito en muy pocos ámbitos. Investigaciones han demostrado que ciertas razas tienen una procedencia histórica antigua y que pueden ser separadas de las más "modernas". En la población global de perros se pueden identificar cuatro clusters (grupos) genéticos de razas que tienen un origen geográfico común, una morfología similar y valores de utilidad parecidos en beneficio de los seres humanos.
-Unas pocas razas de perros de origen asiático integran el primer cluster ( Shar-Pei, Shiba-Inu, Chow-Chow, Akita).
-El segundo cluster está formado por las razas nórdicas más antiguas ( Siberian Husky, Alaskan Malamute).
-El tercer cluster está formado por las razas africanas ( Afgano, Saluki).
-Casi todas las razas modernas ( descritas desde hace 150 años) forman en bloque el cuarto cluster.
Dentro de cada uno de los grupos existen algunas razas aisladas que no se pueden delimitar con precisión a causa de su gran variabilidad genética. Son los casos, por ejemplo, de los Bull Terrier y los Caniches que muestran determinados haplotipos idénticos ( constitución genética de un cromosoma, es una secuencia única para cada individuo en una posición fija de su genotipo), por ejemplo ciertas secuencias genéticas del American Staffordshire Terrier muestran mayores similitudes con secuencias análogas de genes de un Caniche, es decir, que tiene la misma disposición de los mismos cromosomas, de las que podría tener una secuencia análoga de genes de otro American Staffordshire Terrier. En otros casos como, por ejemplo, el Golden Retriever, el Weimaraner o el Sabueso de Sangre de Hannover, se han descubierto distintos haplotipos que muestran que los perros de esta raza, a pesar de sus semejanzas externas, deben proceder de líneas de domesticación muy distintas. Resulta muy curioso que entre el Pastor Alemán y el perro sin pelo, debido a sus haplotipos, existe una relación familiar muy estrecha.
La cría de perros en el marco actual, con estándares fenotípicos ( aspecto externo) muy definidos, aprovechamiento de sus diversas finalidades de uso, pruebas de homologación de la cría, etc., son circunstancias que existen desde hace un máximo de 150 años.
En la actualidad, en todo el mundo se diferencian unas 400 razas distintas de perros, casi 350 de ellas están integradas en la FCI ( Federation Cynologique Internationales, Federación Canina Internacional). La asociación alemana es la Verband für das Deutsche Hundewesen (VDH) y la española es la Real Sociedad Canina de España ( RSCE ). Para cada raza introducida existe un estándar FCI que describe con mayor o menor precisión el fenotipo y/o las determinadas características de comportamiento de estos perros.
Hoy en día no existe posibilidad de determinar con exactitud la pertenencia a una raza sin más ayuda que la del marcador genético del perro. El genoma canino está descifrado al completo, pero un resumen de ciertos sectores de los genes aislados y la adjudicación de determinadas funciones es algo que solo ha tenido éxito en muy pocos ámbitos. Investigaciones han demostrado que ciertas razas tienen una procedencia histórica antigua y que pueden ser separadas de las más "modernas". En la población global de perros se pueden identificar cuatro clusters (grupos) genéticos de razas que tienen un origen geográfico común, una morfología similar y valores de utilidad parecidos en beneficio de los seres humanos.
-Unas pocas razas de perros de origen asiático integran el primer cluster ( Shar-Pei, Shiba-Inu, Chow-Chow, Akita).
-El segundo cluster está formado por las razas nórdicas más antiguas ( Siberian Husky, Alaskan Malamute).
-El tercer cluster está formado por las razas africanas ( Afgano, Saluki).
-Casi todas las razas modernas ( descritas desde hace 150 años) forman en bloque el cuarto cluster.
Dentro de cada uno de los grupos existen algunas razas aisladas que no se pueden delimitar con precisión a causa de su gran variabilidad genética. Son los casos, por ejemplo, de los Bull Terrier y los Caniches que muestran determinados haplotipos idénticos ( constitución genética de un cromosoma, es una secuencia única para cada individuo en una posición fija de su genotipo), por ejemplo ciertas secuencias genéticas del American Staffordshire Terrier muestran mayores similitudes con secuencias análogas de genes de un Caniche, es decir, que tiene la misma disposición de los mismos cromosomas, de las que podría tener una secuencia análoga de genes de otro American Staffordshire Terrier. En otros casos como, por ejemplo, el Golden Retriever, el Weimaraner o el Sabueso de Sangre de Hannover, se han descubierto distintos haplotipos que muestran que los perros de esta raza, a pesar de sus semejanzas externas, deben proceder de líneas de domesticación muy distintas. Resulta muy curioso que entre el Pastor Alemán y el perro sin pelo, debido a sus haplotipos, existe una relación familiar muy estrecha.
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